La síntesis lo selk'nam ANTONIO MEDINILLA UNO Nunca dejará de sorprendernos la
asociación de lo más bajo, la excrecencia-excremento, con
lo más alto, esto es,
lo espiritual, la trascendencia. Tabú de mierda. Aún cuesta
creer queaguardenaquí, rodeados de tinieblas, jadeantes luces.
Animalitos
verdes que surgen del fango, del humus primordial, de la
putrefacción y caminen
por el aire verde de este bosque helado,porla Bahía de San
Valentín: estoy
llegando, de nuevo, a Tierra del Fuego junto a mi pueblo, los pobres
del mundo. Hablo desde la
cordillera K’hoin-harri, donde sonríendescalzos y sentados
en el aire,
alimentándose —unos frente a otros—con medusas y
sílabasque palpitan, a la
espera.Presagian la batalla de la antítesis inminente, una
historia de galaxias
encontradas y repetidas, adoptando el tono esmeralda de lo puramente
tuyo,
Carne, quiero decir la pureza. La batalla,
necesaria, la inevitable. Hay perros con bayas rojas en los ojos. Hay
gaviotas
pixeladas. Tres ballenas dan a luz dos cometas y un lobo marino.
Cuántos
surtidores. Cánticos. Hay niños que nunca lloran. La
pureza guarda hombres y
nombres. María Warkión observa de soslayo a Obi-Wan
Kenobi, afilando su espada
de luz, frente a Josilopa. Ella y Sebastian, él que gime de amor
y Carnechupeteandolo
mío, el pecho de tacto y toma, pezones duros como
piñones. El arte pop me ha transformado en un
oso cavernoso. Olum cumplió su
trabajo de resurrección. Somos tesis.
Somos hongos de luz. Olum nos avisó de la venida de la noche
antitética.
Aguardamos… Ésta es nuestra elección, la
síntesis nunca dada. Revolución o
muerte, revolución y flores. Mi pueblo selk’nam, el
pueblo, de la Luz me ha
hablado. Estamos juntos. © OLUM,
Gabriel VIÑALS DOS Acabo de preñar a mi mujer por su ano
con un ser de luz idéntico a ella. Escatología, he ahí cuanto asombra, la etimología helena, que no latina en su derivada griega éschatos: 'último', sino skatós: 'excremento' y -logía. Desde su presupuesto semántico, se establece una relación entre lo más bajo, la excrecencia, el excremento, y la fermentación hacia el vuelo, la coniunctio oppositorum. Opuestos, desde el fango, que unidos exigen trascendencia. Ciclo. Círculo de acción, reacción y síntesis, cuando los orígenes de la sacralidad del excremento se manifiestan.«Lo que es arriba es abajo», plantea Hermes Tresmegisto desde el fulgor de su Tabla Esmeralda, y lo entendemos.Situémonos frenteal dos, conflictividad latente, Géminis, dualidad tensísima, gemelos enfrentados, conflicto en busca de resolución, petición del tercer sublimadoque accionea fin de superarlo pasivo por equilibrio de fuerzas encontradas: decantación. Excrementos
del paraíso, inicio del paraíso: el unicornio
bañado en bosta. Según Freud,Diccionario de
los Símbolos de Juan
Eduardo Cirlot,«en su experiencia psicológica, con
frecuencia, se asocia lo más
desprovisto de valor a los más valioso» y plantea la
relación simbólica entre «las
heces y el oro, relación que también surge de la
alquimia, pues lo sagrado y la
obtención del aurum plisophicum son
los dos extremos de la obra de la transmutación». Del
mismo modo, Nietzsche
asimila esta sabiduría milenaria en su proyecto de humanidad
evolucionada: «Desde
lo más bajo ha de alcanzar su ápice lo más
alto».Tras estas pinceladas, cuán
fácil resulta entender el verso acerado de Bataille: «El
exceso de tinieblas es
el fulgor de la estrella». En la Isla sólo
vimos luces, y no hay luzsin tinieblas.
© OLUM,
Gabriel VIÑALS TRES Tesis, antítesis, síntesis. El
día, la
noche, un nuevo amanecer tras otro. El círculo de acción,
reacción. La triada
dialéctica, hegeliana o marxista, ideal o material,
dialéctica de un proceso
circular, desarrollado en tres momentos y bajo el principio de la
contradicción. Hegel planteará la voluntad de Dios, la
Idea, la parausía del espíritu, como
finalidad de
este proceso de opuestos y revoluciones ad
eternum. ¿Dios es inconsciente?¿Cómo
justificar el horror histórico del
sufrimiento y la injusticia? Marx indica
otro camino, el proceso histórico-económico, material, el
dolor concreto, la
injusticia concreta, y promueve la rebelión: cambiar el ciclo,
transformar conscientementela
historia efecto-causa, interviniendo el proceso
dialéctico:forjar la propia
síntesis hacia la posibilidad de una realidadmás
igualitaria, un mundo hacia la
justicia, otro edén lejano a la mierda humana y divina. En verdad, en esta
Isla, en mi historia, en la historia del pueblo selk’nam del
mismo modo que
ante otros dramas, que no por ignorados deben ser acallados, se
proyecta este
conflicto ético. ¿Cómo justificar una
dialéctica históricaque conlleva el
triunfo del holocausto, el dolor?¿Cómo
justificar desde la oposición entre una tesis de luz dada como
pueblo
milenario, y su antítesis colonial yoccidental,la
explotación abusiva,
depredadora e irrespetuosa sin otro valor moralmás allá
de la rentabilidad y lo
productivo, causante del exterminio de hombres, mujeres, mitos y
niños que permanecieronprístinos
durante milenios, pueblo límpido y orgulloso que, en apenas
veinte años,
finales del XIX, principios del XX, quedó reducido a ceniza y
olvido? ¿Fue
justicia dialéctica la victoria de la oveja y el alambre de
espino, la muerte
de mi hija Josilopa, la amputación de pechos, las plagas, la
tristeza del
iris?¿Es dialécticoel exterminio de un pueblo cual el
selk’nam, yámana, ona,
alakalufe, etc.? Todas las selvas lloran. Misiones. Negar
la mierda intelectuale histórica (la
misma mierda primigenia con otro embozo) que justifique lo atroz, negar
el
simbolismo del poder, negar este texto por ejemplo y bautizar otro
lenguaje en
el corazón, también es urgencia y aquí se plantea.
Buena mierda, por favor, un nuevo
metal, dedal sublimado,hilandera, hilo vendado de amor fraterno, ay dame pañuelos rosas, reina de las cuevas,que
me emocionas, con todo y paratodos, por todos los nuestros,
aquellos que dijeron: Quiero Luz en la Sombra. Os recuerdo. Si hubo de
existirWarkión, debió existir Menéndez,
pero la síntesis nopuede ser el triunfo del estanciero asesino.
He ahí el
planteamiento de Olum y su denuncia, trabajar la síntesis, el
proceso alquímico
desde la boñiga esencial: el compromiso con el dolor y el olor
del mundo.Tesis
y antítesis, inamovibles…Cierto… pero nunca, nunca
más, no han de pasar.Ser un
niño en rebeldía verbal y social. La síntesis es
tuya, compañera mía,
nuestra.Ahí resideel compromiso:trabajarla, parirla. He
aquí nuestra libertad:
elegirla. He aquí el libro: haced esto en memoria nuestra.
© Martin
GUSINDE, Warkión y su hijita Josilopa
CUADERNO DE NOTAS
o LA RESURRECCIÓN DE TU BOCA SELK’NAM, HAUSH Y YÁMANA.
Pueblos
originarios que habitaron y dominaron la Isla Grande de Tierra del
Fuego
durante más de diez mil años, hasta la llegada del hombre
blanco a finales del
siglo XIX, que exterminó su cultura. Sus descendientes, hombres
y mujeres como
Keyuk, Hemany y Venusa, y tantos otros, aún prosiguen su lucha
por la dignidad
y la justicia para los pueblos originarios de América. Os
abrazo. ONA. Palabra
Yámana que significa “hacia el norte”, o “en
el norte”. Despectivo. HÓOWIN.
Dioses o antepasados que habitaron la Tierra durante la era
mitológica selk’nam
dominada por el matriarcado. LUNA. Hóowin mayor de la era
mítica. TAM-TAM.
Canario, hóowin. HARUWEN. Territorio, comarca, donde
vivían grupos ligados por
parentesco. SHO’ON. Cielos, divisiones territoriales: Norte o
Kámuk, Sur o
Keitruk, Oeste o Kénenik, Sur o Wintek, este último era
territorio haush, Cielo
sagrado del Poder de la Palabra o Pemáulk. XO’ON.
Chamán selk’nam. ÁKEL.
Arcilla roja que mezclada con grasa animal y cenizas, era destinada a
la
pintura corporal durante sus ceremonias. OCHEN-MATEN. Xo’on
especializado en la
caza de las ballenas mediante su canto. Y’OOP’. Hermano.
Y’AHAM’. Hermana.
ÚLICHE. Bello, agradable. YIPPEN. Feo, desagradable. HAIN.
Ceremonia sagrada
del pueblo selk’nam, donde se transmitía a los iniciados
masculinos o KLÓKETEN
las reglas morales, los códigos de valores y la
cosmovisión patriarcal del
pueblo selk’nam. Su origen se encuentra en los mitos referidos a
una pretérita
supremacía femenina, un matriarcado donde las mujeres
habrían dominado a los
hombres mediante el primer Hain, obligándolos a realizar todas
las actividades
de subsistencia mientras ellas permanecían ociosas. Los hombres,
al enterarse
de que eran engañados, asesinaron a todas las mujeres iniciadas
y, para evitar
el resurgimiento del poder femenino, se instauró el Hain
masculino, la
formación de una sociedad secreta cuya participación fue
negada a las mujeres.
SIT, KEHRE, CHECHU (ostrero, barotero y chingolo). Aves hóowin
que delataron el
engaño de las mujeres hoówin sobre los hombres en el Hain
matriarcal. EL ROBLE
BLANCO, primer muerto tras la caída del tiempo mítico
Hóowin. El selk´nam, en
señal de duelo, lacera sus brazos cuando alguien muere, imitando
la corteza
cuarteada del árbol. BRIDGES. El misionero anglicano Thomas
Bridges instó a los
indígenas a respetar la propiedad de los colonos,
cuestión inentendible para
quienes todo animal que hubiera en su territorio les pertenecía,
fuese guanaco
colorado o “guanaco blanco”, ovejas. Yo os acuso. KOLIOT.
Nombre dado a los
blancos por las capas rojas que usaban los primeros gendarmes llegados
a la
isla. LOLA KIEPJA ( ?–1966). Última xo’on del pueblo
selk’nam con un contacto
directo con sus tradiciones, folklore y cantos sagrados. ANGELA LOIJ
(Estancia
Sara, Río Grande, inicios del siglo XX, Río Grande, 28 de
mayo de 1974). Última
mujer indígena que vivió en la misión salesiana de
Río Grande. Junto a Lola,
fue la principal fuente de información sobre la cultura
selk’nam para la
antropóloga Anne Chapman. ANNE CHAPMAN (Los Ángeles,
Estados Unidos,
1922–París, Francia, 2010), antropóloga
franco-estadounidense conocida por sus
estudios sobre los pueblos fueguinos, en especial de los selk'nam. LA
CANASTA
DE LOLA KIEPJA. Canasta artesanal de mimbre, entregada por Lola Kiepja
a Anne
Chapman, en su último encuentro, poco antes de morir en Tierra
del Fuego.
MARTIN GUSINDE (Breslau, 29 de octubre de 1886–Mödling,
Austria, 10 de octubre
de 1969), sacerdote y etnólogo conocido por sus trabajos
antropológicos, especialmente
entre los diversos grupos de Tierra del Fuego. Necesariamente
destacable su
archivo fotográfico sobre el único Hain documentado del
pueblo selk’nam
celebrado en 1923. MONSEÑOR FAGNANO, Giuseppe Fagnano,
(1844–1916), sacerdote
misionero salesiano que dedicó la mayor parte de su vida a la
misión
evangelizadora de Don Juan Bosco, principalmente en la Patagonia. Yo te
acuso.
AGARRADO A LUNA. Se le denomina así, durante las habituales
competiciones
chamánicas, a la profecía de una muerte inminente sobre
un Xo’on, signada por
Luna. MAI-ICH XO’ON. Célebre Xo’on que logró
superar con éxito el rito del
KUASH MITCHEN: atravesarse en trance una flecha por su cuerpo.
K’UMITS. Hóowin.
Mujer-lechuza, casada con Gorrión, hóowin. Gorrión
cazaba guanacos, pero a Kúmits
le desagradaban notablemente. Cansada de la indiferencia de su esposo,
un día
asesinó a su cuñado con el arpón con el que
solía intimidarla, y lo devoró. El
marido la descubrió y, amenazada de muerte, K’umits
huyó convertida en lechuza,
riendo hacia la noche. El clan de la Lechuza, o APEN del Sur,
será temido bajo
el recuerdo de la sublevación de K’umits. CARNE. Carmen.
HOSH. Nieve.
CORDILLERA K’HOIN-HARRI, ISLA DE LOS ESTADOS: ISLA DEL BUEN
SUCESO. Lugares
sagrados del pueblo selk´nam, al Este de Isla Grande. Destino
codiciado por
todo Xo’on durante sus viajes astrales, transformados sus
espíritus en
halcones. KREEH. Luna. MÁRREN. Guanaco. KLÓKETEN.
Adolescente iniciado en el
Hain. HÁICHULA. Canto antes del amanecer, últimas horas
de la noche, antes de
la visita de los Shoorts. SHOORTS, espíritus subordinados a
Xalpen, visitan
cada mañana el campamento, amedrentando y controlando a las
mujeres. WIIK
HAIJEN. Darse el uno al otro sin pedir nada a cambio, ceremonia. YAK
HARUWEN
CHESKEN. Quiero volver a mi comarca. HOSH WIN KAWY. Vuelve a casa,
nieve. Junto
al WA WA WA, entonado durante el rito del CLOWH-TOXEN, sirve para
ahuyentar el
mal tiempo. HUES WAI. ¿Por qué estás aquí?
ASHNI. Orinar. KOT TE HEPÉ. La
pintura (del klóketen) se secó. HALI SCHANI K’AI
PÉ NÉME. Mujeres, traigan
pintura roja (ákel), junto a HÚ KU HÚU,
vocalizado, se cantará cuando los
HASHÉS, sirvientes de los espíritus, acudan a las chozas
solicitando pintura
roja y carne para saciar el hambre insaciable de Xalpen. XALPEN.
Iracunda, glotona,
caníbal, lasciva, impredecible, no se alía con nadie (en
cualquier momento
puede desatar su ira contras los hombres): el matriarcado y su
ambivalencia,
madre de un milagro: K’TERRNEN: Hijo de Xalpen, espíritu
femenino y figura
central del Hain. Su parto indica el fin de la ceremonia. TANU. Hermana
de
Xalpen, a la cual se le dedican una serie de danzas, entre ellas la
Procesión
KEWÁNIX, donde los hombres pintados de rojo se punzan la nariz
hasta sangrar, y
buscan pareja. YÓ TE KÓ HÓ Ó RU O.
Sólo vocalizado: ahuyentar el mal tiempo.
HU? HU? HU? Sólo los hombres cuando invocan a Tanu. HUSH LISH
HÉUWAN. Cantado
durante la danza Kewanix, se invoca a un espíritu femenino de la
tierra llamado
HAINXO-HÉUWAN, que suele acompañar a TANU en la
procesión kewanix. HO? HO? HO?
Cantado por las mujeres, sólo vocalización, cuando los
Shoort visitan
diariamente el campamento. MATAN. El gran Bailarín del Hain. Las
mujeres se
congregan y se regocijan presenciando sus saltos increíbles.
Matan pareciera
independiente de la tiranía de Xalpen. OLUM. Pequeño y
bienamado, el
Resucitador. Raramente visto. Tan poderoso es que las cicatrices
desaparecen
mientras sana las heridas de los muertos y devuelve a la vida a los
klóketen.
PALMOTEOS Y CHASQUIDOS, realizados cuando Olum aparece en el Hain y
comienza a
restituir la vida de los hombres asesinados por el ataque de furia de
Xalpen,
ira causada por los terribles dolores de su parto inminente; del mismo
modo
cuando HALAHÁCHES o KOTÁIX, espectacular figura con
cuernos del Hain, les da muerte
por segunda vez a la espera que Olum obre de nuevo el milagro de la
resurrección. La venida de Kotáix indica el retorno de
Xalpen al inframundo y
el final de la Ceremonia, junto al parto del bebé
K’TERRNEN y el parto de
AMILKEN LUNA, nuestra hija.
© OLUM,
Gabriel VIÑALS
CINCO OLUM La poesía no es
más que un sistema luminoso de señales. Hogueras que
encendemos aquí abajo,
entre tinieblas encontradas, para que alguien nos vea, para que no nos
olviden. LEÓN
FELIPE Menéndez, capataces y peones ingleses,
escoceses, irlandeses e italianos, fueron los cazadores de indios que
como Mac
Lennan o «chancho colorado», pusieron el precio de una
libra por testículos y
senos, y media libra por cada oreja de niño. >La mujer selk’nam goza de una voz
profunda y enérgica, de timbre lleno y sonoro. Aveces se puede
llegar a pensar
que se trata de un canto de hombres… y a veces son trinos. Cómo cantar.
Cómo decir. Cómo callar. Cómo nombrar
los pechos de Warkión, inmaculada
concepción, amputados por dos libras esterlinas, flotando en
los salmos de
mi memoria. >Desde el Estrecho Le Maire hasta
el Río Irigoyen, las aguas adquieren ese tinte cobrizo,
propio de las sangre libre de las flores,pero también de los
pájaros. Cómo llorar. Cómo cantar. Cómo
volver a los cielos olvidados. —No
puedo, Olum. No es para civilizados. —Pero
necesito que hables, Lola. —Quizás
puedan decírtelo los canarios: ellos derribaron
la estructura temblorosa de las ovejas con un trino. Mar —te cuento—,
hermana de Viento, tuvo muchas
hijas, ballenas, surtidores líricos, que
ahuyentaban el mal, el hambre de mi pueblo. TAM TAM —¿Qué
son?[canarios] —¿Y
las ballenas?
[no están] TAM TAM —¿Qué
dicen? [no es para
civilizados]. TAM TAM TAM TAM —También
nos cortaban las orejas,
dicen. —Eso
nunca debí oírlo. Me matan suavemente TAM TAM con su trino. Una variante del mito precisaba que en
tiempos remotos el Estrecho Le Maire era laguna y que Mar
lo abrió para que sus hijas huyeran del hombre rojo que las
perseguía. Se convertirían en ballenas. —A
veces, si no teníamos que comer en el inverno,
sangrábamos la nariz sobre la
nieve para atraer y atrapar gaviotas. Qué belleza. Quizás debí
entregar mi corazón blanco al
atardecer TAM TAM cuando callaban los
árboles. No sé. ¿Qué ramas,
qué OjOs recordaremos ahora? Debo mirar las
hojas, debo llorar los brotes. >Cantaban para sanar a los niños y
llorar a sus muertos. Cantaron a Sol y a Luna cantaban, y a
los robles, y al guanaco primer, y a los cuatro cielos terminales de
las tormentas. Cantaban a sus hijos dormidos con
plumas en la nieve. Cantaron las semillas de las
entrepiernas. —Mujeres
como voces de ballena. Tormentas. Mujeres como trinos. Elij, te recuerdo. [digo niñas,
dije semillas coloradas, diré la sombra
de sus nombres] Yoter, te recuerdo. Otrich, Yoimolka, Haricho, Kachira,
Anien, Amilken, os recuerdo. —¿Dónde se
fueron? Había muchas mujeres. —Ya
nadie vive aquí salvo aquellos que
marcharon al
infinito. Llegamos a
Tierra del Fuego hace diez mil años. Mujeres,
tráiganme pintura roja para mirar los años. —No,
no sé mi edad. El año no está escrito. Pero
año no hay. No está. —Koliot,
devuélveme a Luna. Quedó temblorosa… [si no llega Amilken, Luna colocará un
trozo de uniforme de policía en tu boca y te sentará
entre sus piernas, agarrado
a Luna, conocerás el mismo destino de mi pueblo] —Lo
mereces, capa roja. [El último Hain se celebró en
1933] —Malos
cristianos, matar indios, os acuso. Hú ku húu
hali schani k`ai pé néme Mujeres,
tráiganme pintura roja, esperanzas para mirar
esta noche tan oscura y sin alma. —Iremos
a buscar amapolas, iremos a encontrar amapolas, subiendo la costa,
bajando,
caminaremos para esquivar las altas barrancas, las largas mareas y el
dolor
invisible de los selk’nam. A finales de 1970, Anne Chapman
encontró por fin a dos acompañantes. Bosques, ma- lezas,
turbales, lo quebrado
del interior, lo escarpado de las costas [pero hubo acogedoras
playas]…Llegamos al centro del mundo haush. Ya
no quedaban guanacos pero durante el coito se transformaron en ellos. SEIS OLUM Anne Chapman, ante el espejo de su
alcoba. Indecorosa, se desnuda. Estamos en Zurich, es 1970. […Halkan, Ejih, os recuerdo, Anien, te
recuerdo] Cantos K’meyu:
cada mujer poseía uno o varios cantos que se heredaban,
relacionados con su
cielo natal, con su Shó’on. ¿Y
qué
recuerdas tú de tu sombra, Olum? —Malos
cristianos recuerdo. Nos exhiben como animales. Estamos en
París en 1899, agonizando. WIN KAWY hues wai HOSH WIN KAWY. Nieve, vete a
casa. CHAPMAN WIN KAWY. Vete a casa,
Chapman, y recuerda recuerda recuerda. HUES WAI WIN
KAWY. —¿Aún
estás aquí? ¿Qué sucede ahora? Ocho jóvenes ahuyentan la nevada
según
un rito cercano al silencio, según milenios de orillas y nubes.
Se desnudan y
ciñen sus cabezas con coronas de pasto seco. Cantan en fila WA
WA WA, cantan en
fila la pasión de la madre tierra que dirá cuanto
conocimos pero olvidamos.
CLOWH-TOXEN: giran alrededor del fuego cardinal, abrazados, y pronto se
encaminan a la fuente más cercana al bosque, rubor de
nacimiento, mientras las
muchachas les arrojan, contra sus
espaldas, baldes de agua o bolas de nieve mientras giran. Deberá
repetirse la
escena el mismo día o posteriores, hasta que mejore el tiempo o
la memoria
aparezca como una brisa de hierba ondulada. (yó te kó
hó ó ru o) HUES WAI La piel de Chapman semeja algodón.
También tiembla su frente. Pero su vientre de cuatro lunas es
nieve patagónica,
y no le asombra que tamaña albura se actualice vagina
negra en un bosque de cualquier ladera de la Bahía San
Valentín, sangre finísima suspensa como arena volada a
orillas del antártico,
arena del sudeste en Isla Grande, arena del Este del Buen Suceso, arena
silenciosa y renunciada, arena que abandonó y no. Memorias. HOSH WIN KAWY ANNE WIN KAWY —Malos
cristianos. Las palabras. No pudimos sino huir. También
huyó el guanaco. Las
pala- bras también huyen. No es para civilizados. En la memoria
de Anne Chapman aún resuenan los cantos de Lola Kiepja. La
última xo’on del
pueblo selk’nam. Ante su espejo, su última voz que no se
apaga. La última. La primera. La canasta. Los
pezones negros y alterados, enhiestos como bayas rojas, como frutos
someros
ante el cristal de la ignominia. La
canasta de Lola Kiepja, profesor Lévi-Strauss. Su
canasta… y mi corazón
quemando en el invierno de su cabaña.Mi vientre ahora negro. Yak
haruwen chesken.Diezmaron los espíritus de los cuatro cielos.Mi
vientre es
negro como el cielo primero. La
edad de los útiles de piedra, el
arco y la flecha esmeralda. Qué nos queda.
Fue el modo más antiguo de vida de la humanidad, el
paleolítico, la edad de
piedra numinosa de los cazadores-recolectores, y los peces
silábicos en el
bosque de hayas con agallas siempre abiertas, respirandorespirando,
y los guanacos inspirando la taquicardia de la bajamar,
y el viento antártico, cara de isla, aislando aislando. [si nieva]
Yó te kó hó ó ru o
Hosh win kawi [si dejas de nevarme dolor]
Yó
te kó hó ó ru o
La población selk’nam (junto a
hombres-guanaco, mujeres-canario, shoorts, hóowins,zorros,
perros leales y
valientes, cormoranes, hongos secos, bayas silvestres, lobos marinos,
tucu-tucu) se estimaba en unos tres mil quinientos a cuatro mil
individuos, a
finales del siglo XIX, antes de la ocupación de sus territorios
por el hombre
blanco. ¿Te reconoces? —¿Dónde
se fueron los hombres que cantaban a sus hermanos? En 1919, Gusinde contó 279. —Igual que yo, no tengo
a nadie. Diez años más tarde, menos de
cien. En
1966 alrededor de trece, edad nefasta,
cuyos padres fueron en su mayoría blancos o mestizos. Te recuerdo, Noruego, por la belleza triste de tus ojos
normandos. —¿Dónde se
fueron? Señales de
humo. El Hain se estremeció como si temblara
la tierra al paso de un tren suburbano o los últimos dioses.
¿Dónde se fueron? La ayuda mutua
espontánea los liberaba de la
preocupación por el futuro y de la obligación de
acaparar… Una pasta de
sabor achocolatado, hecha de semillas molidas, tostadas y preparadas
con grasa.
Niños comiéndola. Felices, tan felices. Me
recuerdo. Resecados al sol, al viento o al humo,
carne, los róbalos enhebrados en un hilo. También en el
agua helada de las
lagunas, la grasa de ballena sumergida, conservada en pantanos o
charcos de
turba. Lo recuerdo. Cuántos hongos y semillas. Yo
acuso y celebro, canto la vida. Emprendo la tarea de reunir carne viva,
juntar
sangre.
Pequeño y bien amado: las cicatrices desaparecen mientras lamo
las heridas. (Palmoteos y chasquidos) [han
llegado aquellos que marcharon] Venusa, que salva
las calles de Santiago en bicicleta: el aire gélido traspasa sus
partos
espontáneos al pedalear furiosamente, arrastrando por el rostro
tatuado
cualquier nombre originario de lo puro y el hampa de la flor. Keyuk comenzó a crecer de improviso: la
lengua le atravesaba el ánima, la alarma de su lengua. Es un
hombre sabio, un
niño que cantará como su madre, Luna en las cortezas de
la noche. Hemany no me habló de aquellos que se
fueron por las calles del infinito, negación
por afirmación dice, son muchos los vivos, pero en el
orgullo último ya no
quedan hombres sino mujeres como guanacos. No
diré nada. Oh y’aham, sueñas el sur de tu
pueblo, hermana, ¿no recuerdas
que busqué una piedra para ti, y fui negro en lo blanco y lleno
de algas? Y’aham,
sueñas el sur indudable de aquellos que marcharon al whatsapp
del Hain. Memoria
memoria memoria viva. LENGUAJE de Carne. —Pero
¿qué lugares fueron aquellos al final del inverno? Misiones católicas: la
Candelaria y San Rafael. Misiones
protestantes:la estancia Haberton, la
estancia Viamonte. Morir a punta de bala o en las misiones sin agua
caritativa, sin un hogar, misiones como crucifixiones, donde penar a
punta de
enfermedad la distancia entre la vida y la agonía del
óxido. Fue sarampión y neumonía,
influenza y
tuberculosis, difteria, tristeza, tisis, viruela, gripe, alcoholismo,
piojos,
la mala sangre de Cristo redentor —Ángela
Loij, no me engañes, eres Loij, no eres cristiana—, los
ojos con cruces
airadas, las luces como cuervos incestuosos, la redención de
vuestros pecados. —¿Qué
pecados cometimos, Olum? —Mataron
a mi hija y a mi mujer la envenenaron… antes de resucitarnos,
entiéndelo. Misiones, horrores
—continuar este ritmo—, denunciar el acorralar,
apedrear el
asesinar, el adulterar, el explotar y rentabilizar… pero
no puedo, no debo, oh Carne mía, obviar el
viento que lleva mi alma al buen suceso
del amor. Con amor, yo acuso a lo blanco, pero no quiere fierros.
Con amor,
mi pueblo está aún vivo. Con amor, no puedo, no quiero,
es injusto, no es para
civilizados escribir el dominio de la muerte. Con amor, yo canto a la
vida
violeta, yo te canto el nombre violento que resucita. Hú ku húu hali
schani k`ai pé néme Hú ku húu hali
schani k`ai pé néme Crece lo inacabado así, inacabablemente. La injusticia alimenta
los
cantos. [milagros
milagros milagros, mujeres canastas
palomas canarios, milagros] Un himno a la vida en tus brazos,
esposa mía, si no me tuvieras tanto miedo. —Se
llamaría Amilken Luna, como la Carne de su madre. © OLUM,
Gabriel VIÑALS ANTONIO
MEDINILLA Data: *Olum
fue publicado durante el mes de febrero del 2016, en la
colección EJEMPLAR
UNICO, Poética y Peatonal, dirigida por don Gabriel
Viñals, con una tirada de
veinte ejemplares artesanales acompañados por una obra en
exclusiva del editor,
pintor y amigo, el mismo Gabriel Viñals. Cada
ejemplar no tuvo copia, y corre único por este mundo, todos los
mundos, en
forma de camisetas selk’nam. Sé que María
Warkión y Josilopa sonríen a salvo en
ellas. Gracias. *Imágenes de Gabriel VIÑALS, elaboradas en exclusiva para el poemario OLUM, excepto la fotografía realizada por el antropólogo Martín Gusinde a María Warkión y su hija Josilopa. |