La síntesis lo selk'nam


ANTONIO MEDINILLA

 

UNO

 

Nunca dejará de sorprendernos la asociación de lo más bajo, la excrecencia-excremento, con lo más alto, esto es, lo espiritual, la trascendencia. Tabú de mierda.

Aún cuesta creer queaguardenaquí, rodeados de tinieblas, jadeantes luces. Animalitos verdes que surgen del fango, del humus primordial, de la putrefacción y caminen por el aire verde de este bosque helado,porla Bahía de San Valentín: estoy llegando, de nuevo, a Tierra del Fuego junto a mi pueblo, los pobres del mundo.

Hablo desde la cordillera K’hoin-harri, donde sonríendescalzos y sentados en el aire, alimentándose —unos frente a otros—con medusas y sílabasque palpitan, a la espera.Presagian la batalla de la antítesis inminente, una historia de galaxias encontradas y repetidas, adoptando el tono esmeralda de lo puramente tuyo, Carne, quiero decir la pureza.

La batalla, necesaria, la inevitable. Hay perros con bayas rojas en los ojos. Hay gaviotas pixeladas. Tres ballenas dan a luz dos cometas y un lobo marino. Cuántos surtidores. Cánticos. Hay niños que nunca lloran. La pureza guarda hombres y nombres. María Warkión observa de soslayo a Obi-Wan Kenobi, afilando su espada de luz, frente a Josilopa. Ella y Sebastian, él que gime de amor y Carnechupeteandolo mío, el pecho de tacto y toma, pezones duros como piñones. El arte pop me ha transformado en un oso cavernoso. Olum cumplió su trabajo de resurrección. Somos tesis. Somos hongos de luz. Olum nos avisó de la venida de la noche antitética. Aguardamos… Ésta es nuestra elección, la síntesis nunca dada. Revolución o muerte, revolución y flores. Mi pueblo selk’nam, el pueblo, de la Luz me ha hablado. Estamos juntos.

 

© OLUM, Gabriel VIÑALS

 

 

 

 

DOS

 

Acabo de preñar a mi mujer por su ano con un ser de luz idéntico a ella.

 

Escatología, he ahí cuanto asombra, la etimología helena, que no latina en su derivada griega éschatos: 'último', sino skatós: 'excremento' y -logía. Desde su presupuesto semántico, se establece una relación entre lo más bajo, la excrecencia, el excremento, y la fermentación hacia el vuelo, la coniunctio oppositorum. Opuestos, desde el fango, que unidos exigen trascendencia. Ciclo. Círculo de acción, reacción y síntesis, cuando los orígenes de la sacralidad del excremento se manifiestan.«Lo que es arriba es abajo», plantea Hermes Tresmegisto desde el fulgor de su Tabla Esmeralda, y lo entendemos.Situémonos frenteal dos, conflictividad latente, Géminis, dualidad tensísima, gemelos enfrentados, conflicto en busca de resolución, petición del tercer sublimadoque accionea fin de superarlo pasivo por equilibrio de fuerzas encontradas: decantación.

 

Excrementos del paraíso, inicio del paraíso: el unicornio bañado en bosta. Según Freud,Diccionario de los Símbolos de Juan Eduardo Cirlot,«en su experiencia psicológica, con frecuencia, se asocia lo más desprovisto de valor a los más valioso» y plantea la relación simbólica entre «las heces y el oro, relación que también surge de la alquimia, pues lo sagrado y la obtención del aurum plisophicum son los dos extremos de la obra de la transmutación». Del mismo modo, Nietzsche asimila esta sabiduría milenaria en su proyecto de humanidad evolucionada: «Desde lo más bajo ha de alcanzar su ápice lo más alto».Tras estas pinceladas, cuán fácil resulta entender el verso acerado de Bataille: «El exceso de tinieblas es el fulgor de la estrella».

 

En la Isla sólo vimos luces, y no hay luzsin tinieblas.

 

          


© OLUM, Gabriel VIÑALS

 

 

 

TRES

 

Tesis, antítesis, síntesis. El día, la noche, un nuevo amanecer tras otro. El círculo de acción, reacción. La triada dialéctica, hegeliana o marxista, ideal o material, dialéctica de un proceso circular, desarrollado en tres momentos y bajo el principio de la contradicción. Hegel planteará la voluntad de Dios, la Idea, la parausía del espíritu, como finalidad de este proceso de opuestos y revoluciones ad eternum. ¿Dios es inconsciente?¿Cómo justificar el horror histórico del sufrimiento y la injusticia?

 

Marx indica otro camino, el proceso histórico-económico, material, el dolor concreto, la injusticia concreta, y promueve la rebelión: cambiar el ciclo, transformar conscientementela historia efecto-causa, interviniendo el proceso dialéctico:forjar la propia síntesis hacia la posibilidad de una realidadmás igualitaria, un mundo hacia la justicia, otro edén lejano a la mierda humana y divina.

 

En verdad, en esta Isla, en mi historia, en la historia del pueblo selk’nam del mismo modo que ante otros dramas, que no por ignorados deben ser acallados, se proyecta este conflicto ético. ¿Cómo justificar una dialéctica históricaque conlleva el triunfo del holocausto, el dolor?¿Cómo justificar desde la oposición entre una tesis de luz dada como pueblo milenario, y su antítesis colonial yoccidental,la explotación abusiva, depredadora e irrespetuosa sin otro valor moralmás allá de la rentabilidad y lo productivo, causante del exterminio de hombres, mujeres, mitos y niños que permanecieronprístinos durante milenios, pueblo límpido y orgulloso que, en apenas veinte años, finales del XIX, principios del XX, quedó reducido a ceniza y olvido? ¿Fue justicia dialéctica la victoria de la oveja y el alambre de espino, la muerte de mi hija Josilopa, la amputación de pechos, las plagas, la tristeza del iris?¿Es dialécticoel exterminio de un pueblo cual el selk’nam, yámana, ona, alakalufe, etc.? Todas las selvas lloran.

 

Misiones. Negar la mierda intelectuale histórica (la misma mierda primigenia con otro embozo) que justifique lo atroz, negar el simbolismo del poder, negar este texto por ejemplo y bautizar otro lenguaje en el corazón, también es urgencia y aquí se plantea. Buena mierda, por favor, un nuevo metal, dedal sublimado,hilandera, hilo vendado de amor fraterno, ay dame pañuelos rosas, reina de las cuevas,que me emocionas, con todo y paratodos, por todos los nuestros, aquellos que dijeron: Quiero Luz en la Sombra.

 

Os recuerdo.

 

Si  hubo de existirWarkión, debió existir Menéndez, pero la síntesis nopuede ser el triunfo del estanciero asesino. He ahí el planteamiento de Olum y su denuncia, trabajar la síntesis, el proceso alquímico desde la boñiga esencial: el compromiso con el dolor y el olor del mundo.Tesis y antítesis, inamovibles…Cierto… pero nunca, nunca más, no han de pasar.Ser un niño en rebeldía verbal y social. La síntesis es tuya, compañera mía, nuestra.Ahí resideel compromiso:trabajarla, parirla. He aquí nuestra libertad: elegirla. He aquí el libro: haced esto en memoria nuestra.

 

 

 

© Martin GUSINDE, Warkión y su hijita Josilopa

 

 


CUATRO

CUADERNO DE NOTAS o LA RESURRECCIÓN DE TU BOCA

 

SELK’NAM, HAUSH Y YÁMANA. Pueblos originarios que habitaron y dominaron la Isla Grande de Tierra del Fuego durante más de diez mil años, hasta la llegada del hombre blanco a finales del siglo XIX, que exterminó su cultura. Sus descendientes, hombres y mujeres como Keyuk, Hemany y Venusa, y tantos otros, aún prosiguen su lucha por la dignidad y la justicia para los pueblos originarios de América. Os abrazo. ONA. Palabra Yámana que significa “hacia el norte”, o “en el norte”. Despectivo. HÓOWIN. Dioses o antepasados que habitaron la Tierra durante la era mitológica selk’nam dominada por el matriarcado. LUNA. Hóowin mayor de la era mítica. TAM-TAM. Canario, hóowin. HARUWEN. Territorio, comarca, donde vivían grupos ligados por parentesco. SHO’ON. Cielos, divisiones territoriales: Norte o Kámuk, Sur o Keitruk, Oeste o Kénenik, Sur o Wintek, este último era territorio haush, Cielo sagrado del Poder de la Palabra o Pemáulk. XO’ON. Chamán selk’nam. ÁKEL. Arcilla roja que mezclada con grasa animal y cenizas, era destinada a la pintura corporal durante sus ceremonias. OCHEN-MATEN. Xo’on especializado en la caza de las ballenas mediante su canto. Y’OOP’. Hermano. Y’AHAM’. Hermana. ÚLICHE. Bello, agradable. YIPPEN. Feo, desagradable. HAIN. Ceremonia sagrada del pueblo selk’nam, donde se transmitía a los iniciados masculinos o KLÓKETEN las reglas morales, los códigos de valores y la cosmovisión patriarcal del pueblo selk’nam. Su origen se encuentra en los mitos referidos a una pretérita supremacía femenina, un matriarcado donde las mujeres habrían dominado a los hombres mediante el primer Hain, obligándolos a realizar todas las actividades de subsistencia mientras ellas permanecían ociosas. Los hombres, al enterarse de que eran engañados, asesinaron a todas las mujeres iniciadas y, para evitar el resurgimiento del poder femenino, se instauró el Hain masculino, la formación de una sociedad secreta cuya participación fue negada a las mujeres. SIT, KEHRE, CHECHU (ostrero, barotero y chingolo). Aves hóowin que delataron el engaño de las mujeres hoówin sobre los hombres en el Hain matriarcal. EL ROBLE BLANCO, primer muerto tras la caída del tiempo mítico Hóowin. El selk´nam, en señal de duelo, lacera sus brazos cuando alguien muere, imitando la corteza cuarteada del árbol. BRIDGES. El misionero anglicano Thomas Bridges instó a los indígenas a respetar la propiedad de los colonos, cuestión inentendible para quienes todo animal que hubiera en su territorio les pertenecía, fuese guanaco colorado o “guanaco blanco”, ovejas. Yo os acuso. KOLIOT. Nombre dado a los blancos por las capas rojas que usaban los primeros gendarmes llegados a la isla. LOLA KIEPJA ( ?–1966). Última xo’on del pueblo selk’nam con un contacto directo con sus tradiciones, folklore y cantos sagrados. ANGELA LOIJ (Estancia Sara, Río Grande, inicios del siglo XX, Río Grande, 28 de mayo de 1974). Última mujer indígena que vivió en la misión salesiana de Río Grande. Junto a Lola, fue la principal fuente de información sobre la cultura selk’nam para la antropóloga Anne Chapman. ANNE CHAPMAN (Los Ángeles, Estados Unidos, 1922–París, Francia, 2010), antropóloga franco-estadounidense conocida por sus estudios sobre los pueblos fueguinos, en especial de los selk'nam. LA CANASTA DE LOLA KIEPJA. Canasta artesanal de mimbre, entregada por Lola Kiepja a Anne Chapman, en su último encuentro, poco antes de morir en Tierra del Fuego. MARTIN GUSINDE (Breslau, 29 de octubre de 1886–Mödling, Austria, 10 de octubre de 1969), sacerdote y etnólogo conocido por sus trabajos antropológicos, especialmente entre los diversos grupos de Tierra del Fuego. Necesariamente destacable su archivo fotográfico sobre el único Hain documentado del pueblo selk’nam celebrado en 1923. MONSEÑOR FAGNANO, Giuseppe Fagnano, (1844–1916), sacerdote misionero salesiano que dedicó la mayor parte de su vida a la misión evangelizadora de Don Juan Bosco, principalmente en la Patagonia. Yo te acuso. AGARRADO A LUNA. Se le denomina así, durante las habituales competiciones chamánicas, a la profecía de una muerte inminente sobre un Xo’on, signada por Luna. MAI-ICH XO’ON. Célebre Xo’on que logró superar con éxito el rito del KUASH MITCHEN: atravesarse en trance una flecha por su cuerpo. K’UMITS. Hóowin. Mujer-lechuza, casada con Gorrión, hóowin. Gorrión cazaba guanacos, pero a Kúmits le desagradaban notablemente. Cansada de la indiferencia de su esposo, un día asesinó a su cuñado con el arpón con el que solía intimidarla, y lo devoró. El marido la descubrió y, amenazada de muerte, K’umits huyó convertida en lechuza, riendo hacia la noche. El clan de la Lechuza, o APEN del Sur, será temido bajo el recuerdo de la sublevación de K’umits. CARNE. Carmen. HOSH. Nieve. CORDILLERA K’HOIN-HARRI, ISLA DE LOS ESTADOS: ISLA DEL BUEN SUCESO. Lugares sagrados del pueblo selk´nam, al Este de Isla Grande. Destino codiciado por todo Xo’on durante sus viajes astrales, transformados sus espíritus en halcones. KREEH. Luna. MÁRREN. Guanaco. KLÓKETEN. Adolescente iniciado en el Hain. HÁICHULA. Canto antes del amanecer, últimas horas de la noche, antes de la visita de los Shoorts. SHOORTS, espíritus subordinados a Xalpen, visitan cada mañana el campamento, amedrentando y controlando a las mujeres. WIIK HAIJEN. Darse el uno al otro sin pedir nada a cambio, ceremonia. YAK HARUWEN CHESKEN. Quiero volver a mi comarca. HOSH WIN KAWY. Vuelve a casa, nieve. Junto al WA WA WA, entonado durante el rito del CLOWH-TOXEN, sirve para ahuyentar el mal tiempo. HUES WAI. ¿Por qué estás aquí? ASHNI. Orinar. KOT TE HEPÉ. La pintura (del klóketen) se secó. HALI SCHANI K’AI PÉ NÉME. Mujeres, traigan pintura roja (ákel), junto a HÚ KU HÚU, vocalizado, se cantará cuando los HASHÉS, sirvientes de los espíritus, acudan a las chozas solicitando pintura roja y carne para saciar el hambre insaciable de Xalpen. XALPEN. Iracunda, glotona, caníbal, lasciva, impredecible, no se alía con nadie (en cualquier momento puede desatar su ira contras los hombres): el matriarcado y su ambivalencia, madre de un milagro: K’TERRNEN: Hijo de Xalpen, espíritu femenino y figura central del Hain. Su parto indica el fin de la ceremonia. TANU. Hermana de Xalpen, a la cual se le dedican una serie de danzas, entre ellas la Procesión KEWÁNIX, donde los hombres pintados de rojo se punzan la nariz hasta sangrar, y buscan pareja. YÓ TE KÓ HÓ Ó RU O. Sólo vocalizado: ahuyentar el mal tiempo. HU? HU? HU? Sólo los hombres cuando invocan a Tanu. HUSH LISH HÉUWAN. Cantado durante la danza Kewanix, se invoca a un espíritu femenino de la tierra llamado HAINXO-HÉUWAN, que suele acompañar a TANU en la procesión kewanix. HO? HO? HO? Cantado por las mujeres, sólo vocalización, cuando los Shoort visitan diariamente el campamento. MATAN. El gran Bailarín del Hain. Las mujeres se congregan y se regocijan presenciando sus saltos increíbles. Matan pareciera independiente de la tiranía de Xalpen. OLUM. Pequeño y bienamado, el Resucitador. Raramente visto. Tan poderoso es que las cicatrices desaparecen mientras sana las heridas de los muertos y devuelve a la vida a los klóketen. PALMOTEOS Y CHASQUIDOS, realizados cuando Olum aparece en el Hain y comienza a restituir la vida de los hombres asesinados por el ataque de furia de Xalpen, ira causada por los terribles dolores de su parto inminente; del mismo modo cuando HALAHÁCHES o KOTÁIX, espectacular figura con cuernos del Hain, les da muerte por segunda vez a la espera que Olum obre de nuevo el milagro de la resurrección. La venida de Kotáix indica el retorno de Xalpen al inframundo y el final de la Ceremonia, junto al parto del bebé K’TERRNEN y el parto de AMILKEN LUNA, nuestra hija.

 

                                                          

© OLUM, Gabriel VIÑALS

 


CINCO

OLUM

 

La poesía no es más que un sistema luminoso de señales. Hogueras que encendemos aquí abajo, entre tinieblas encontradas, para que alguien nos vea, para que no nos olviden.

LEÓN FELIPE

 

 

Menéndez, capataces y peones ingleses, escoceses, irlandeses e italianos, fueron los cazadores de indios que como Mac Lennan o «chancho colorado», pusieron el precio de una libra por testículos y senos, y media libra por cada oreja de niño.

 

>La mujer selk’nam goza de una voz profunda y enérgica, de timbre lleno y sonoro. Aveces se puede llegar a pensar que se trata de un canto de hombres… y a veces son trinos.

 

Cómo cantar. Cómo decir. Cómo callar.

Cómo nombrar los pechos de Warkión, inmaculada concepción, amputados por dos libras esterlinas, flotando en los salmos de mi memoria.

 

>Desde el Estrecho Le Maire hasta el Río Irigoyen,

las aguas adquieren ese tinte cobrizo, propio de las sangre libre de las flores,pero también de los pájaros.

 

Cómo llorar. Cómo cantar.

Cómo volver a los cielos olvidados.

 

—No puedo, Olum. No es para civilizados.

—Pero necesito que hables, Lola.

—Quizás puedan decírtelo los canarios: ellos derribaron  la estructura temblorosa de las ovejas con un trino.

 

Mar —te cuento—, hermana de Viento,

tuvo muchas hijas, ballenas, surtidores líricos,

que ahuyentaban el mal, el hambre de mi pueblo.

 

TAM TAM

—¿Qué son?[canarios]

—¿Y las ballenas?   [no están]

 

TAM TAM

—¿Qué dicen? [no es para civilizados].

 

TAM TAM TAM TAM

 

—También nos cortaban las orejas, dicen.

—Eso nunca debí oírlo. Me matan suavemente TAM TAM con su trino.

 

Una variante del mito precisaba que en tiempos remotos el Estrecho Le Maire era laguna y que Mar lo abrió para que sus hijas huyeran del hombre rojo que las perseguía. Se convertirían en ballenas.

 

—A veces, si no teníamos que comer en el inverno, sangrábamos la nariz sobre la nieve para atraer y atrapar gaviotas. Qué belleza.

 

Quizás debí entregar mi corazón blanco al atardecer

TAM TAM cuando callaban los árboles. No sé.

¿Qué ramas, qué OjOs recordaremos ahora?

Debo mirar las hojas, debo llorar los brotes.

 

>Cantaban para sanar a los niños y llorar a sus muertos.

Cantaron a Sol y a Luna cantaban, y a los robles, y al guanaco primer,

y a los cuatro cielos terminales de las tormentas.

Cantaban a sus hijos dormidos con plumas en la nieve.

Cantaron las semillas de las entrepiernas.

 

—Mujeres como voces de ballena. Tormentas. Mujeres como trinos.

 

Elij, te recuerdo.

[digo niñas, dije semillas coloradas,

diré la sombra de sus nombres]

Yoter, te recuerdo.

Otrich, Yoimolka, Haricho, Kachira, Anien,

Amilken,

os recuerdo.

 

—¿Dónde se fueron?

Había muchas mujeres.

 

—Ya nadie vive aquí salvo aquellos

que marcharon

al infinito.

 

Llegamos a Tierra del Fuego hace diez mil años.

Mujeres, tráiganme pintura roja para mirar los años.

 

—No, no sé mi edad. El año no está escrito. Pero año no hay. No está.

—Koliot, devuélveme a Luna. Quedó temblorosa…

 

[si no llega Amilken, Luna colocará un trozo de uniforme de policía en tu boca y te sentará entre sus piernas, agarrado a Luna, conocerás el mismo destino de mi pueblo]

 

—Lo mereces, capa roja.

 

[El último Hain se celebró en 1933]

—Malos cristianos, matar indios, os acuso.

 

Hú ku húu    hali schani k`ai pé néme

Mujeres, tráiganme pintura roja, esperanzas

para mirar esta noche tan oscura y sin alma.

 

—Iremos a buscar amapolas, iremos a encontrar amapolas, subiendo la costa, bajando, caminaremos para esquivar las altas barrancas, las largas mareas y el dolor invisible de los selk’nam.

 

A finales de 1970, Anne Chapman encontró por fin a dos acompañantes. Bosques, ma- lezas, turbales, lo quebrado del interior, lo escarpado de las costas [pero hubo acogedoras playas]…Llegamos al centro del mundo haush. Ya no quedaban guanacos pero durante el coito se transformaron en ellos.

 

 

 

             

 

  

 

SEIS

OLUM

 

Anne Chapman, ante el espejo de su alcoba. Indecorosa, se desnuda. Estamos en Zurich, es 1970.

 

[…Halkan, Ejih, os recuerdo, Anien, te recuerdo]

 

Cantos K’meyu: cada mujer poseía uno o varios cantos que se heredaban, relacionados con su cielo natal, con su Shó’on. ¿Y qué recuerdas tú de tu sombra, Olum?

 

—Malos cristianos recuerdo. Nos exhiben como animales. Estamos en París en 1899, agonizando.

 

WIN KAWY hues wai

HOSH WIN KAWY. Nieve, vete a casa.

CHAPMAN WIN KAWY. Vete a casa, Chapman,

y recuerda recuerda recuerda.

HUES WAI WIN KAWY.

 

—¿Aún estás aquí? ¿Qué sucede ahora?

 

Ocho jóvenes ahuyentan la nevada según un rito cercano al silencio, según milenios de orillas y nubes. Se desnudan y ciñen sus cabezas con coronas de pasto seco. Cantan en fila WA WA WA, cantan en fila la pasión de la madre tierra que dirá cuanto conocimos pero olvidamos. CLOWH-TOXEN: giran alrededor del fuego cardinal, abrazados, y pronto se encaminan a la fuente más cercana al bosque, rubor de nacimiento, mientras las muchachas  les arrojan, contra sus espaldas, baldes de agua o bolas de nieve mientras giran. Deberá repetirse la escena el mismo día o posteriores, hasta que mejore el tiempo o la memoria aparezca como una brisa de hierba ondulada.

(yó te kó hó ó ru o)

 

HUES WAI

La piel de Chapman semeja algodón. También tiembla su frente. Pero su vientre de cuatro lunas es nieve patagónica, y no le asombra que tamaña albura se actualice vagina negra en un bosque de cualquier ladera de la Bahía San Valentín, sangre finísima suspensa como arena volada a orillas del antártico, arena del sudeste en Isla Grande, arena del Este del Buen Suceso, arena silenciosa y renunciada, arena que abandonó y no. Memorias.

 

HOSH WIN KAWY

ANNE WIN KAWY

 

—Malos cristianos. Las palabras. No pudimos sino huir. También huyó el guanaco. Las pala- bras también huyen.

 

No es para civilizados. En la memoria de Anne Chapman aún resuenan los cantos de Lola Kiepja. La última xo’on del pueblo selk’nam. Ante su espejo, su última voz que no se apaga. La última. La primera. La canasta. Los pezones negros y alterados, enhiestos como bayas rojas, como frutos someros ante el cristal de la ignominia. La canasta de Lola Kiepja, profesor Lévi-Strauss. Su canasta… y mi corazón quemando en el invierno de su cabaña.Mi vientre ahora negro.

 

Yak haruwen chesken.Diezmaron los espíritus de los cuatro cielos.Mi vientre es negro como el cielo primero. La edad de los útiles de piedra, el arco y la flecha esmeralda. Qué nos queda. Fue el modo más antiguo de vida de la humanidad, el paleolítico, la edad de piedra numinosa de los cazadores-recolectores, y los peces silábicos en el bosque de hayas con agallas siempre abiertas, respirandorespirando, y los guanacos inspirando la taquicardia de la bajamar, y el viento antártico, cara de isla, aislando aislando.

 

[si nieva]                   Yó te kó hó ó ru o                Hosh win kawi

[si dejas de nevarme dolor]                      Yó te kó hó ó ru o

           

La población selk’nam (junto a hombres-guanaco, mujeres-canario, shoorts, hóowins,zorros, perros leales y valientes, cormoranes, hongos secos, bayas silvestres, lobos marinos, tucu-tucu) se estimaba en unos tres mil quinientos a cuatro mil individuos, a finales del siglo XIX, antes de la ocupación de sus territorios por el hombre blanco. ¿Te reconoces?

 

—¿Dónde se fueron los hombres que cantaban a sus hermanos?

En 1919, Gusinde contó 279.

 

—Igual que yo, no tengo a nadie.

 

Diez años más tarde, menos de cien. En 1966 alrededor de trece, edad nefasta, cuyos padres fueron en su mayoría blancos o mestizos. Te recuerdo, Noruego, por la belleza triste de tus ojos normandos.

 

—¿Dónde se fueron? Señales de humo.

 

El Hain se estremeció como si temblara la tierra al paso de un tren suburbano o los últimos dioses. ¿Dónde se fueron? La ayuda mutua espontánea los liberaba de la preocupación por el futuro y de la obligación de acaparar… Una pasta de sabor achocolatado, hecha de semillas molidas, tostadas y preparadas con grasa. Niños comiéndola. Felices, tan felices. Me recuerdo.

 

Resecados al sol, al viento o al humo, carne, los róbalos enhebrados en un hilo. También en el agua helada de las lagunas, la grasa de ballena sumergida, conservada en pantanos o charcos de turba. Lo recuerdo. Cuántos hongos y semillas.

 

Yo acuso y celebro, canto la vida. Emprendo la tarea de reunir carne viva, juntar sangre. Pequeño y bien amado: las cicatrices desaparecen mientras lamo las heridas.

 

(Palmoteos y chasquidos)

[han llegado aquellos que marcharon]

 

Venusa, que salva las calles de Santiago en bicicleta: el aire gélido traspasa sus partos espontáneos al pedalear furiosamente, arrastrando por el rostro tatuado cualquier nombre originario de lo puro y el hampa de la flor. Keyuk comenzó a crecer de improviso: la lengua le atravesaba el ánima, la alarma de su lengua. Es un hombre sabio, un niño que cantará como su madre, Luna en las cortezas de la noche. Hemany no me habló de aquellos que se fueron por las calles del infinito, negación por afirmación dice, son muchos los vivos, pero en el orgullo último ya no quedan hombres sino mujeres como guanacos. No diré nada. Oh y’aham, sueñas el sur de tu pueblo, hermana, ¿no recuerdas que busqué una piedra para ti, y fui negro en lo blanco y lleno de algas? Y’aham, sueñas el sur indudable de aquellos que marcharon al whatsapp del Hain. Memoria memoria memoria viva. LENGUAJE de Carne.

 

—Pero ¿qué lugares fueron aquellos al final del inverno?

 

Misiones católicas: la Candelaria y San Rafael. Misiones protestantes:la estancia Haberton, la estancia Viamonte. Morir a punta de bala o en las misiones sin agua caritativa, sin un hogar, misiones como crucifixiones, donde penar a punta de enfermedad la distancia entre la vida y la agonía del óxido.

 

Fue sarampión y neumonía, influenza y tuberculosis, difteria, tristeza, tisis, viruela, gripe, alcoholismo, piojos, la mala sangre de Cristo redentor —Ángela Loij, no me engañes, eres Loij, no eres cristiana—, los ojos con cruces airadas, las luces como cuervos incestuosos, la redención de vuestros pecados.

 

—¿Qué pecados cometimos, Olum?

—Mataron a mi hija y a mi mujer la envenenaron… antes de resucitarnos, entiéndelo.

 

Misiones, horrores —continuar este ritmo—, denunciar el acorralar, apedrear el asesinar, el adulterar, el explotar y rentabilizar… pero no puedo, no debo, oh Carne mía, obviar  el viento que lleva mi alma al buen suceso del amor. Con amor, yo acuso a lo blanco, pero no quiere fierros. Con amor, mi pueblo está aún vivo. Con amor, no puedo, no quiero, es injusto, no es para civilizados escribir el dominio de la muerte. Con amor, yo canto a la vida violeta, yo te canto el nombre violento que resucita.

 

Hú ku húu hali schani k`ai pé néme

Hú ku húu hali schani k`ai pé néme

 

Crece lo inacabado así,

inacabablemente.

La injusticia alimenta

                        los cantos.

 

[milagros milagros milagros, mujeres

canastas palomas canarios, milagros]

 

Un himno a la vida en tus brazos, esposa mía, si no me tuvieras tanto miedo.

 

—Se llamaría Amilken Luna, como la Carne de su madre.

 

 

© OLUM, Gabriel VIÑALS

 

 

ANTONIO MEDINILLA

 

Data:

 

*Olum fue publicado durante el mes de febrero del 2016, en la colección EJEMPLAR UNICO, Poética y Peatonal, dirigida por don Gabriel Viñals, con una tirada de veinte ejemplares artesanales acompañados por una obra en exclusiva del editor, pintor y amigo, el mismo Gabriel Viñals.

Cada ejemplar no tuvo copia, y corre único por este mundo, todos los mundos, en forma de camisetas selk’nam. Sé que María Warkión y Josilopa sonríen a salvo en ellas. Gracias.

 

*Imágenes de Gabriel VIÑALS, elaboradas en exclusiva para el poemario OLUM, excepto la fotografía realizada por el antropólogo Martín Gusinde a María Warkión y su hija Josilopa.