Sueños


PÍA SOMMER









29.12.2012

Los rusos y las retroescabadoras. Sacaban desechos. Hubo una guerra. Mi madre estaba perdida. Nos entregaba unos códigos –el ruso, en ruso-. Trabajábamos para él. Yo me pintaba las zapatillas. La planta de las zapatillas para dejar huellas en el suelo. Muchas pisadas por un camino de piedra que se iba cortando. Una curva donde se veía el mar. El agua estaba lejos. Pintaba con exceso de pintura. Iba dibujando marcas. (La noche anterior había estado hablando de La Pisada del Diablo en Lago Ranco). Unos actores se volcaban en coche.



10.09.2014

Dejar morir o vivir una araña. Tarantas. Había dos personajes, al parecer. Venía arrancando del maremoto. Entro en un local con mucha gente. Me pregunto si llevaba las llaves de casa. Se confunden con otros objetos en mis bolsillos. Sigo. Pasillos con gente. Más gente. Cadencia. Logro dar con una salida de escape. Allí nada es coherente. Subo por un lugar estrecho. Escaleras. Salgo con dificultad en lo alto de la ciudad: Valparaíso. Similar el trayecto del ascensor del Cerro Polanco. Hablo con una mujer vieja y gruesa que tiene aspecto de señor. Le pregunto si sabe dónde está la Casa Amarilla del Cerro Alegre. Me indica que allá en frente. El mar ya no se ve ni se oye. Bajo unas escaleras y vienen dos hombres. Pasan. Un vagabundo siniestro total que al pasar por mi lado me mete el dedo en la axila violentamente –me hago a un lado corto tramo por otra parte de la escalera. Su cara es extraña, poco familiar. Iniciamos una suerte de hipnosis.



28.08.2015

Los cráteres. Mi nariz expulsaba masas blancas como sí un conglomerado de papel con engrudo. Mi nariz conectada a mi ano. Por allí se veían dos tubos que se retiraban luego de la expulsión. Chimeneas. Masas. Una iglesia de 1 pasillo. Unas anotaciones. Una libretilla con números desorbitados, no enteros. Algún mensaje. Un estacionamiento enorme con pocos coches. Sangraba de nariz eran muelas. Escupía sangre. Estaba muriendo. Nadie lo notaba.



23.12.2015

Una china que levitaba. Me iba a curar. Puso unas succiones en mi espalda. Se me hacían globos rojos. Descansaba boca abajo en una camilla. Quería levitar. Que me enseñara. Viene y me dice: Vale, vale. Cierra los ojos. Lo haremos.- ¡Zoom! Me envía a un espacio animado. Cielo negruzco, azulado. Lleno. Estrellas. Comienzo a flotar. Allá arriba. Curarse. Relajar las espaldas. Caminar una ciudad. Otra vez Valparaíso pero en un mapa de otro país. Pasaba T.M. en bicicleta. Con un pie sobre el marco de la bici y otro colgando. Escuchando música. Entro a un Hotel. Aroma antigüo. Una mujer muy pequeña que vestía de dorados. Estatua trabajando en la calle. Todo de gente que pedía helados y comidas en este enorme hall de Hotel. Barroco. Bajé unas escaleras para irme y vi el perfil de M.L. pasar todo de negro con una mochila. Flashback y estaba llegando al cruce de carreteras donde me crié. El Cruce Los Tambores. Un grupo de circo. Yo bajaba por una reja de forma invertida. Tocada de tierra a las manos. Hacíamos una caminata. Estaba B. diciéndome que necesitaba las llaves de casa. Me dejaba entonces una especie de ampolleta funcionando entre unas latas. Como una cassettera, y que no se apagara la luz dentro de casa.



15. 10.2016

Entré en el maremoto. Vi venir las olas y las recibí. Hotel antigüo grande, gente que ya conocía. Había que subir varios pisos. Varios sitios. Edificios. Panorámicas. Ciudades en panorámica. Mares. Gente. Señoras que indican por dónde ir. Estábamos con C. También estaba M. y más personas del instituto. Estábamos en casa de C. Una sala de clases. Niños. Enseño algunas materias. Una bienvenida, otra vez al instituto luego de 11 años. Pienso. Un curso sobre viajes. Entre el público E.H. pero con rostro de E.F. Luego E.M. cantaba y decía: Son casi 50 + 1 los interesados, lo importante será cómo viajan.- Vi hombres arrastrados por la corriente. El agua subía lenta. Suave. (La noche anterior estuve fuera de un Teatro. Una niña de poca edad jugaba con su cuerpo como sí una honda, una cuerda floja, era una imagen en altura. Lo que más veía era la textura de la piedra del edificio, como arenosa, granular, amarillenta, gris).



04.06.2017

Ovnis. La ciudad estaba siendo invadida. Escuchaba cómo rompían entre las nubes y atravesaban el cielo. Me escondía bajo la lluvia de un árbol. Había de varios tipos, el más usual era este:




Descendían sobre la ciudad y entraban en ella. La gente salía con sus coches en retroceso. Estaba M.G. llegando a mi casa. Venía a pasar una temporada. Le explicaba las habitaciones y ella elegía la que tenía un balcón. Se veían flores. Disponía un sillón grande y rojo frente a la ventana donde se sentaría a pensar. Se veían otros edificios desde allí. En el salón estaba C. y R., destruyendo la armonía. R. hacía algún ritmo frenético en la guitarra apoyada sobre sus piernas. Iba tan fuerte a ella que terminaba por romper las cuerdas. Un recuerdo simultáneo de los padres de A.L. Un apartamento todo de habitaciones y camas. Corría a los balcones a observar los ovnis que descendían. Esconderme. Rápido. Estaba J.M.B. en alguna escena. Abajo en la calle alguien dirigía un grupo de teatro. Sobreconsumo. Se parecían a esas acciones de C.C. y E.B. Vi que llevaban ropas de saco y trajes cortados. Filas de niñxs. Móviles de modelos obsoletos. Dos bufandas en la cabeza a modo de diadema. A ratos yo estaba descalza. Aparecía F.E. se acercaba a un coche que estaba aparcado. Hablábamos. El terreno era rocoso. Un hombre me quería llevar en un taxi. Otra dirección. Me bajo. Comencé a caminar por otro terreno de escombros. Vi el primer ovni en tierra.



12.03.2018

Corea. Casi isla. Rituales. Pinturas minuciosas. Leves. Rituales bajo tierra. Velas. Vendedores. Calles de hoteles con caminos de piedras. Mujeres antigüas, orientales. Sonido confuso. Estoy en oriente. Antes he estado en este sitio. Voy en una bicicleta india. Enorme. Pesada. Quizás se frena. Me sé algunos caminos y dónde podría terminar la ciudad. Pasamos la terminal de cargas. Fin de la ciudad. Agarramos un bus. Voy con alguien pero no distingo quién es. Parte posterior del bus. También antigüo y enorme. Una mujer con su hijo pequeño. Quiero hacer una fotografía a través de un espejo. Veo el cristal trasero del autobús con mucho polvo. Nos vemos la cámara, la mujer, el niño y parte de mí en el espejo. Cambio. M.R. a la orilla de un río. Llega un bote cargado de turistas. Vienen a ver un acto ritual bajo tierra. Son ciudades subterráneas. Yo voy a guiar a alguien. Gente sentada en la tierra. Velas. Aparecen colores. Un hombre de una tienda me hace elegir un dibujo –oriental de entre varios que están colgados –no orientales. Estoy desde alguna orilla donde se ve el mar. Con paracaidistas en distintos planos. El agua. Entran en el agua. Una mujer aterriza en la arena.



15.05.2018

Elefantes negros y pequeños, flamencos y lo que restaba de un circo en una carretera desolada y fangosa de doble vía. Carretera gris de línea continua.







NOTA 1. Eso de los títulos de estos sueños que he puesto en negritas son la primera frase o palabra que se me viene a la cabeza al despertar, por lo tanto, representan lo más fiel y húmedo del sueño, donde habita una pura verdad en tránsito desde esa dimensión hasta pillarse con la página.

NOTA 2. Algunas palabras como: Hoteles. Habitaciones. Ovnis. Mar. Río. Lagos. Ciudades. Antigüo. Antigüa. Vista aérea. Subterránea. Oriente.