Los invertebrados de Hammersmith

MARÍA SALVADOR









And God, I know I'm one

The House of the Rising Sun



Insectos trepan por los muros de nuestra casa. Ascienden rápidos e imposibles, encontrando cada espacio abierto, destruyendo el aislamiento, saltando al vacío. A veces escuchamos los gritos del viento, y es entonces cuando las multitudes se agolpan hacia nosotros—tendremos que matarlos, por supuesto, pero eso no impedirá que más insectos se reproduzcan en nuestros muros. Al menos no son cucarachas, le digo al hombre al que quiero, mientras recojo con papel una cochinilla. Se encoge y rueda por la moqueta, pero la perseguimos sin piedad hasta mandarla a un lugar mejor. Centenares de insectos llaman a nuestros cristales, que empiezan a quebrarse con la lluvia intensa de primeros de mes. Trepan las escaleras del edificio, acechan nuestra puerta—estamos rodeados por los invertebrados, esos inocentes que desean nuestro calor, la protección que sólo a nosotros nos pertenece.