Lanzar semilla


IRIS ALMENARA









La perpetuidad
como la sombra
debería cohabitar
sin nombre
y dormir
con las manos
rozando
las ondas
de la palabra
palabra
en este amor
en esta presencia
que no es
ni existe
...y quisiera saber
si has sentido
esta pulsación extraña
que nos empuja
pecho contra pecho
costilla opuesta
latido inverso...
pero eso es otro poema
que no habitamos
ni te muestro
porque solo existe
aquello que podemos
nombrar
aquello bello y poderoso
que nos ciega
porque llega un momento
que no sé
si los astros
son de arena
o de cristal
al final todo depende
del trabajo
de los granos de arroz
y las migas tiernas
de este deshabitar
enfermo
de acercarnos
supongo
al misterio de los brotes
que germinan
en cualquier lugar
en cualquier momento
sin nosotros
y de honrar
por siempre
a lo líquido de la naturaleza.