Incisiones (o de cómo vocablo, voz, fe, y una bocanada de humo, multiplican el sonido del vuelo de las flores de un diente de león) ROCÍO CERÓN Polvo y destino, huesos para contar la
historia. Contacto o punto descendente a estratos. Pliegues donde el
lenguaje prehistórico del barro formula tácticas de
guerra. Nimbos. Habitación giratoria, lecho multicolor,
águilas -dos- en vuelo a contracorriente, libro de las horas,
transeúntes del aire, vendajes a altura desconocida que
aún gotean sangre, fuego y palabras: acantilado cadmio, latitud
de tierra donde el lodo, la maleza, la gota que apenas se precipita,
apaciguan el esfuerzo sordo de la vida.
*** Resolana. Ante la oscuridad del
levantamiento, un grito. La palabra, negada como asilo, refugio o ala
de ave muerta sobre solario. No cristal enmohecido, tormenta en medio
del bosque o ahuehuete caído. Acontecimiento más que fin.
Suceso activado en boca y músculos: gesto, núcleo de la
cólera.
***
Círculos. De un destino a otro,
continuidad. Desvíos entre puntos. El viaje siempre es proteico, aunque el
héroe muera en el intento. Parámetros de
poliangularidad visual. De un cuerpo a otro, de un silencio a una
palabra nominada por única vez, la obertura, el trazo grueso. El
espacio se desdobla entre líneas y puntos de fuga. Trazado sin
aristas. Matriz cromática de tierra. Lenguaje sentimental
acribillado.
***
Hondura y trasiego. La tierra murmura.
Rodillas áridas; habla el espacio, habla. Dibuja una
línea el contorno del paisaje. El ocre renace del blanco. Cada
lodazal es campo minado, determinante. Óleos. Ese hombre
musitaba una canción de cuna en lengua muerta. El paso de la
avioneta es ya presagio de una palabra ya rama, ya hueso, ya cerusa.
***
Tensión y borramiento. Apenas
signo en trasiego por el horizonte. La voz, su levedad de soplo,
desteje miserias. Palabra follaje, brasas de sentido ante observante.
Expansión de materialidades áuricas: Y su nombre era inocencia espacio aire
visible notación espiral de signos instante surco. Arde,
todo arde en el lenguaje.
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