fotogramas del camino


MARÍA ROSA MALDONADO










gato dice

gato dice:
no llores más
acaso no sabías que la gula      no es exclusiva      de los seres humanos?

ese veneno verde       fuego verde       entró en mí
como la luz       horrible      de una aurora boreal

me llamaba       me llamaba
más que tu voz
más  que el íntimo olor a linfa
de tu cuerpo        que solo yo conozco

contigo fui feliz      pero      ya sabes      no hay saciedad en la bonanza
y el deseo      suele hacernos saltar  
a las charcas oscuras      donde      la muerte acecha
embiste desde el fondo        con la eficacia de un halcón

nos quema
poco a poco la garganta   
se atiborra con nuestros intestinos
con las uñas       el cráneo      la superficie      donde trabajarán las moscas

y se traga      todo lo que de hambre hay en nosotros








algo tiene que permanecer1

el barco no se hundió como el titanic:

a una velocidad de diecisiete nudos
cruzó la pavorosa maravilla
y nos dejó en el puerto

poco después lo desguazaron
lo descuartizaron      y lo vendieron en pedazos
como a un viejo semental inútil

por el gran laberinto de su vientre        él y yo      anduvimos
bajando y subiendo   estrechas escaleras de hierro
húmedas de óxido y de sal
largos pasillos donde la sopa hervía y se doraban los hojaldres

algo tiene que permanecer

la brea        el olor de la brea y de las gruesas sogas
calentándose al sol

y las constelaciones sobre el barco


1 Verso final del poema "Al venir por Somerset"
del libro poemas de animales de Ted Hugues









eres –dijo
esto eres

la tortuga      bañada y aceitada
tomaba el sol en nuestra galería  
 
reptil arcaico     
amigable  y confiado
encerrado       en la cripta      de su propia existencia

protegida      por sales minerales  de un pellejo inorgánico

inmortal       a su modo  

yo andaría en los tres      quizá en los cuatro
y estaba allí      sentada      acariciando al animal dormido

inmortal      a mi modo:

sustancia  indefinida y palpitante     
una escena infinita      sin un protagonista

el dios de las tortugas
    
y ahí mismo    un manto de neutra oscuridad  
cubrió mis ojos:

eres       -dijo-        esto eres

de mí vienes y a mí vas a volver
en sólo      un parpadeo








las chicas sólo quieren divertirse

quinta de manzanares
es verano        las dos  rondan los once

como lagartas  (literal: femenino de lagarto)
se pasan  todo el día
acostadas al sol      sobre el rojo vibrante de las lonas
tratando de cambiar el color de sus cuerpos

dios se esconde      en el agua abstraída       que espera
la inmersión impetuosa        sin violencia     
se mece  lentamente       en los altos y añosos eucaliptos    
asido   con sus zarpas de energía radiante

y canta   con todas las cigarras  del día

muy temprano   ellas fueron al tambo en busca de leche y  de manteca
para su desayuno
y a mirar      al joven de la boina       el que ordeña las vacas
y les dice piropos   

y las llama   mis rubias

ahora      hablan de él        y ríen   
encendidas  
por lo que aún no entienden








la sombra de tu cabeza

aparecida        en el cerrado espacio de la fotografía
como una mancha oscura        exponiendo   
ese fruto redondo en el que ardía el mundo

la sombra de tu cabeza

dice más que tu rostro       que tu clara presencia en el recuerdo
entra en mí        por el canal del chacra manipura
y se aloja en el vientre         como un hijo

a su lado:  una niña       a la que estás mirando
a través de una lente  insospechable
llorosa por el sol
preservada      en su cohibido modo   

sobre el vertiginoso silencio de los años     

lo arterial de la imagen       parece que volviera       
su presencia ilusoria

sombra y niña  tan próximos         tan próximos  
y  para siempre  ajenos  
 







novia blanca

un muslo    blanco    más blanco que la luna       suave animal albino  
emerge       entre las altas hierbas del potrero  
y  suelta       sus secretas      feromonas   al aire   

cada noche   
ella baila
para quien se lo pida
un agitado baile       por momentos      tan  lento  tan  lento
que  calcina las almas
y  electriza a los gatos  
 
cuerpo  de agua mercurial   violenta       lirios de agua    
o  caballo marino:
niña  hundida       en las profundidades
de un sueño sin retorno

doce del tarot         cabeza hacia la tierra

el padre      militar       la madre   loca
el hermano       con su sonrisa imbécil
extraviado       por los estrechos pasajes de su mente

y ella decía que  hablaba con los muertos


(Del libro inédito fotogramas del camino)