sus cabellos de un oro medieval de luz infantil aletargada de lunes creando arte llenaban la estancia con nidos jurásicos y los rayos se lo tragaban todo menos los ojos que en aquel instante la devoraban como niño devora pan caliente

sus cabellos esbozaban llamaradas mágicas un pelaje cobrizo de cervatilla en el claro del bosque y las ruinas el plástico por ahí sin recoger todo ahí como un río los escombros siempre había escombros por todas partes así era ella

su cuerpo encorvado desde ese ángulo esa foto que le tomó george lange tan no sé muy bien cómo describirla y sin embargo sus cabellos de fuego polvoriento de terracota mojada y sus piernas fuera de encuadre cortadas como se le cortan las pezuñas a los cerdos

su vestido plumaje de alondras transparente cosidito con delicadas flores silvestres todo roto hecho jirones de tanto revolcarse entre los escombros todo el día creando arte y riendo y creando y luego el trípode ese tan moderno que asusta es que con francesca se me olvida que estamos en los setenta

parece que un perro le ha desmenuzado el rostro porque sus cabellos están ardiendo y su rostro no existe george tampoco ahí sentado vete tú a saber sobre qué si testigo de la más celestial belleza su rostro no era no es visible su cuerpo de rosetón inflamado se nota que es lunes porque todo el mundo está trabajando

el estudio olía a pis de gato nada estaba en su sitio ella sí sus cabellos lo decían todo que no tan sólo la montaña de fotografías arrebujadas por el suelo como hojas de otoño eso pasará después cuando se tire del ático de ese mismo edificio en manhattan y se mate contra el suelo

me estremecen los titulares la actualidad «la joven fotógrafa que convirtió en arte el selfi» nadie sabrá nada nunca de francesca me pregunto si george realmente sabía algo me pregunto si el contenido personal de esa caja de memorias y recuerdos si esa intimidad tan cálida debía llegar hasta aquí

¿fotografiar a francesca qué significa? irrumpir en su obra es dar información (in)necesaria me pregunto no lo sé si el sujeto artístico es decir ella se ve afectado por esta avasallante humanización

hay un vídeo en youtube donde se escucha su voz estridente de pajarillo feliz su voz aguda y dulce recubre a brochazos la parte frontal de su cuerpo con pintura blanca y se tumba en el parqué luego alguien creo que george pinta el parqué de blanco y cuando francesca se levanta voilà! silueta

y ella grita de emoción dice what a wonderful shape! no puede aguantar el éxtasis está creando arte es lunes y francesca tan feliz luego un día nada deja de hacer fotos y sólo su madre se preocupa de verdad porque eso significa que algo va mal mal de verdad

su rostro real su verdadero cuerpo sólo lo verían las truchas y los jabalíes peludos trotadores y revolcones de tanto barrizal también las lagartijas sus colas desprendidas los charcos recientes reflejarían su luz las lechuzas de blanca estirpe las ardillas nerviosas el musgo

por eso nadie sabrá nunca qué veía francesca en esos instantes de backstage entre fotografía y fotografía el transcurrir de la vida del arte la risa o cuando paseaba por manhattan parece tan feliz haciendo sus cosas de artista como ajustar el trípode regular el diafragma la luz disfrazarse tan frágil francesca tan fuerte entre los escombros dentro siempre dentro de las ruinas esas

toda ahí abierta de patas agachada como vieja en la plaza que sorbe del caño mientras hace no sé qué sus trajines para la posteridad y el estudio tan descuidado tan vacío como una madriguera y de ahí la insoportable belleza esta angustia angustia de lunes

y su finísima blanca piel en el estudio no había baño ni cocina se duchaba en casa de george y dejaba que el agua caliente corriera hasta acabarse hasta que saliera helada y el vapor emanando nubes por debajo de la puerta así era ella

sus cabellos son una visión mística esta fotografía un documento visual que no tendría que haber visto o sí dime qué francesca dime puedes ser honesta qué francesca quieres consumir dime qué impacto qué proyección qué francesca cuál icono qué arte sus cabellos ahora que me fijo bien son los cabellos de un cadáver en lo profundo del océano