Estómago: La aucuba


VERÓNICA DURÁN














Ruedas cautiva de ardores tras la pared. Cometa que aurora en tu colon un rojo delfín.   Suenas desperezándote a trueno de hueso canto que anuncia. Embrujo particular. A moles de consciencia. Achaque en tintura de exceso ¿será el tironcito que amadrinas una gema dentada si apenas duermes? Estómago aucuba en prodigioso matiz invade y entonces amarilleas. Habrás de intentar un tapujo (joven para el sacrificio). Un pavor menos poblado de mucosa invención —así el dolor cronifica y restringe los socorros. Muta y la mente predispone—. Anticuerpos. Tallo de alga cósmica en crecida multifactorial. Lo común para gallinácea sobre aseo. Luego calzas un paisaje que intercede (en reposo no siempre traes mejora). De tu yo quedan exuvias.  Un sollozo te distancia.