Catapulta ÓSCAR PIROT Las fortalezas sólo pueden
derribarse a distancia. La cercanía impide a la elasticidad de
la física lograr una adecuada angulación que dote al
proyectil la altura necesaria para ganar peso en su caída. Los
metros que mantienen a salvo al castillo son los mismos que
proporcionan a la catapulta el espacio necesario para que el peligro
descienda en piedras irregulares como clavadistas lanzados desde el
trampolín de la gravedad. Entonces las figuras retóricas
desaparecen y descubrimos que literalmente el derribo se construye en
base a una lluvia de amenazas.
En El ejército ha huido (Tigres de Papel, 2019) |