Apuntes del monaguillo

JULIO MAS ALCARAZ









Para un árbol que recibe tarjetas de Navidad y ni siquiera eres capaz     
de agacharte a recogerlas.

Ya has sacado el portón de sus bisagras y el ave no va a salir de esa     
habitación.

Me parece un detalle prestarle tu secador a las prostitutas que     
esperan bajo la lluvia
Pero te advierto que la paz que nos trajo su condena fue la paz de los     
letreros de neón, no la de los grafitis sobre el metal de los     
cañones.


Hace siglos que el conflicto entre los amantes de horizontes y los     
amantes de pasillos quedó resuelto pero tú sigue dudando a     
quién consagrarte.


Admiro, eso sí, que pasees el incensario de Silos por todas las     
sucursales bancarias de la ciudad
Y comparto tu miedo a los abrigos de pieles y a besar las reliquias de     
la Santa Cruz.

Es cierto: nadie puede convencernos de que a los delfines les gustan     
las piscinas.

Ahora solo puedo ofrecerte los zapatos del niño que asfixiaba     
cigüeñas quemando neumáticos bajo los campanarios.