Trazado de distancias


JULIO CÉSAR GALÁN





Carrer de sa Bolla


[Subtexto]


sí pero el mar absorbe aquel

alrededor tan nuestro

y la isla acaba de nacer

(el amor nos destrozará)

pero en el lado inverso

de las estrellas

se oye el futuro de un recién nacido:

por el columpio caen las cenizas del sueño


[Coda]


Las cenizas del sueño

bajo la palabra mamá:

se contagia el pasado y el presente

(suena la música que nos bailó).

Debajo de las nubes, todos nuestros adioses.

Y los siglos se abruman

en el rojo de las murallas rojas.

No obstante, seguiremos enramando

el universo en la palabra

Adoración”. (¿Has sacado ya el dinero?)

[Coro]


Por el espacio caen las cenizas del gris: una paloma. Mediodía de febrero. La sortija rueda por los restos del horizonte y alguien aprende a odiar la belleza: debajo de las nubes, todos nuestros adioses.


[Contrapoema]


Y ¿te vas para no volver? Dilluns allarga l'ombra fins diumenge.

Y aquel domingo nunca llega

pero sí llega vuestra sombra;

y contemplo a Odiseo navegar

-noche tras noche-

durante diecisiete días

en su vigilia.

(Pero a qué horas llegas.

¿Puedes quedarte en casa de alguien?)




[Epílogo]


Barcos perdidos: la pequeña historia

de la pequeña camomila

en los barcos perdidos de aquel mapa perdido.


Nos vamos. Nos metemos dentro del bosque.

Entrar en las raíces y en el vuelo y unirlos.

Y también recuerda y revive. Y alguien aprende a odiar la belleza:


(Para qué buscar explicaciones, para qué buscarlas, siempre en el mismo lugar, siempre llegamos al mismo punto.)


Los pinares nos cuentan el jamás

del jamás del jamás

y el pájaro carpintero remacha

las grandes revelaciones futuras

y ella prosigue en el futuro.


(Esta noche ha dormido conmigo.

Sin tiempo de nada. Estoy agotada.

Sin salida. ¿Y si muere?)



[Coro]


Por el columpio caen las cenizas del sueño. Tarde de marzo. El caracol repta por los restos del horizonte y alguien aprende a odiar la belleza: debajo de las nubes, todos nuestros adioses.


[Glosa]


Todos nuestros adioses:

tallas de hierba

sobre la duración

infinita de nuestro hijo.

(Suena-la-música-que-nos-durmió).

La lejanía y el dolor: la crisis.

(¿Ya has sacado los billetes de avión? ¿Sabes qué pasa?)

Miro el parque:

las palomas suspenden su estado místico

y los jubilados dormitan en la cuna de estos destellos.


[Subtexto]


¡ay! para llegar (¿sí?) hasta la infinitud


soplo un diente de león (¿ya llegamos?)

se deshoja mi rostro joven

en el viento y en la vigilia

el Estado nos matará


(Para qué buscar explicaciones, para qué buscarlas, siempre en el mismo lugar, siempre llegamos al mismo punto. Sin salida.)

[Títulos]

Pero cuidamos la vasta memoria

en el cuarzo del tiempo.

Ya siempre.

Ahora sí.

Un adiós abierto.

¿Ya llegamos?