3 poemas


JONATAN MARÍA REYES



















Playería

sentado en el bonete tibio
del carro de mi amigo
en pleno Isla Verde nocturno y plástico
el ojo me brinca,
la saliva atorá en mi garganta
quisiera me quieran así 
no sepan quién soy cuando salga el sol.
en cambio, fingir amor del breve,
la marea más en el cuerpo
que en el agua,
el sucio debajo de las uñas.
en la radio termina una canción de Selena
y comienza una de Frankie Ruiz.
a mi lado mi amigo come
de los platanutres
y bebe de la bolsita de Gasolina
que nos robamos del super.
las luces del carro patrullan la arena
descubren la basura en la orilla
que la marea mueve
como peces muertos.
si eso fue pirotecnia o fueron tiros
da lo mismo.
mi amigo sacude la arena
de mi pelo.
cuando la radio pierde la señal
simula el ruido del mar






Horas luego

mientras recojo
las latas vacías que dejó
la noche de ayer
un helicóptero de policía
sobrevuela la zona.
el ruido de los motores
de inmediato se interrumpe
por la música
de la guagua de helados.
lxs niñxs rodean la guagua
no tiene salida.
le toca desaparecer
junto con la bulla
que ha criado
a sabiendas






Un día feriado

en un lugar parecido a un patio
sacamos de un candungo presas de pollo.
mordemos las presas, arrancamos
la piel, rompemos los huesos.
nos cruza un tendedero lleno de camisetas
réplicas de marcas gringas,
la mayoría abombá por la humedad.
al pie de los escalones la perra
muerde una chancla.
afuera pasa un cortejo fúnebre,
se mueve como un gas.
al caer el sol y reinar los mosquitos
dentro de la casa
que se balancea sobre pilares,
jugamos super nintendo,
la perra persigue un lagartijo,
las flores cuyo nombre nadie recuerda
se desprenden del jarrón.
la cocina es un mangle que hierve.
a los costados, disimulados
anidan los estragos del último huracán
zonas ensambladas con silicona
o pega barata, auspicios
del gobierno.
el lagartijo que la perra seguía
ahora la persigue a ella